domingo, 25 de enero de 2009

Ya no te amo

¿Qué hacer cuando ya no estamos enamorados de la persona que está al lado nuestro? ¿Conviene decir toda la verdad, callar, volver a apostar por la pareja? A continuación, algunos tips que pueden ayudarte a superar este trance:
Primero, protégete. Rodéate de gente que te apoye, que esté a tu lado incondicionalmente. Este es un momento duro en el que necesitas toda la contención que puedan brindarte.
Piensa detenidamente si esta conclusión a la que has llegado es algo que has elaborado internamente durante un tiempo, o si es la reacción a algo que pasó entre ustedes dos (infidelidad, por ejemplo).
Si es producto de una reacción impulsiva, te aconsejo dejar pasar unos días, hasta que puedas tranquilizarte y ver con claridad qué sucedió realmente y si, a pesar de las circunstancias, sigues amando a tu pareja y puedes perdonar, o todo esto sirvió para darte cuenta de que internamente, el vínculo está roto.
Si llegas a la conclusión de que ha llegado el fin, después de un tiempo de haberla meditado y de haber visto claras señales de que ya no amas a tu pareja, tal vez quieras separarte. En este caso, piensa que va llegando el momento de sincerarte con la otra persona (ya que lo has hecho primero contigo). Para esto, no utilices palabras dañinas, ni des información que en estos momentos podría dañar al otro, en especial, si ni se imagina lo que te está sucediendo. Es muy probable que tu actitud haga sufrir a la otra persona, pero es peor el engaño o la mentira.
Es posible que creas que puede salvarse el vínculo y desees desde el corazón hacer un intento, ¡pues apuesta al futuro, con todas tus fuerzas! ¿Puede volver a recrearse la magia que hubo entre ustedes? En algunos casos sí, en otros no... lo importante es que te juegues al 100% si decides dar una nueva oportunidad a tu pareja.
¿Tú qué crees, es posible volver a enamorarse de la pareja?

Los beneficios más saludables de hacer el amor

Especialistas coincidieron en los beneficios físicos y psicológicos de una sexualidad plena. Y también ayudaron a descartar algunos mitos, como el que dice que el sexo permite bajar muchas calorías: apenas equivale a subir y bajar (rápido) dos pisos por escalera. El acto de hacer el amor brinda numerosos beneficios a nuestros cuerpos, estos son solo algunos:
Mejora la autoestima. Desde el aspecto psicológico, una buena actividad sexual eleva la autoestima, lo que permite estimular la creatividad, promover el autoconocimiento y revitalizar el ánimo. Sin embargo, explican los especialstas, para lograr este beneficio no alcanza sólo con el acto sexual. El bienestar anímico se produce "en la medida que confluyan la posibilidad de sentir que se puede dar y recibir placer, que haya atracción mutua y se satisfagan las expectativas sexuales".
Afianza el amor en la pareja. Esto tiene una explicación psicológica pero también física, que es la liberación de oxitocina, conocida como la "hormona del cariño", producida como efecto de las caricias. El andrólogo Pablo Knoblovits precisa "que el cuerpo genera una química no sólo a partir de la relación sexual, sino además a raíz de una situación psicológica, como la de sentirse aceptado y querido".
Previene enfermedades. En plena intimidad, el organismo entra en una "revolución química" que fortalece el sistema inmunológico en la medida que "mejora la función de los linfocitos, células blancas ligadas a las defensas contra las enfermedades".

Mejora la circulación. "Favorece la vasodilatación y la liberación de óxido nítrico a nivel del endotelio: beneficia a las arterias".
Preserva la función orgánica de los genitales. En la misma línea, especialistas en urologìa sostienen que, en el caso de los hombres, "una vida sexual activa oxigena y mantiene la circulación y la estructura muscular de sus òrganos genitales”.
Ayuda a dormir mejor. "Un orgasmo es colinérgico, endorfínico y relajante”. El cuerpo genera endorfinas, un neurotransmisor con propiedades sedantes y analgésicas. Y cuando pasó lo mejor, los neurotransmisores parecen decretar una especie de "toque de queda", lo que permite una función reguladora del sueño, una especie de efecto somnífero.
Mantiene el deseo. El acto sexual permite conservar en equilibrio los niveles de testosterona, una hormona que predispone y motiva el deseo.
Regula el estrés. Según los especialistas, disfrutar del sexo es señal de que no hay altos niveles de ansiedad.
Ayuda a regular el ciclo menstrual. Estudios de la universidad de Columbia, EE.UU., demostraron que las mujeres que tienen sexo por lo menos una vez por semana, poseen un ciclo menstrual más regular.
Aumenta la expectativa de vida. Mantener sexo regularmente a lo largo de la vida contribuye a vivir más, según un estudio de la Universidad de California. Los expertos creen que la pérdida de líbido es indicio de ciertas dolencias, mientras que el deseo es sig